martes, 3 de mayo de 2016

¿LA LIBERTAD PERSONAL EN INTERNET?

29 de abril de 2016
Germán Saltrón Negretti

El control de toda una población por parte de poderes internacionales, naturalmente amenaza la soberanía, esto lo viene denunciando Julian Assange y es la lucha de Wikileaks, iniciado desde la década de los noventa y en la “primavera de internet” de 2011. La lucha de Wikileaks es una gesta compleja. Dice Assange en su trabajo como periodista he luchado contra guerras y para que los grupos poderosos rindieran cuentas ante el pueblo. Ver Julian Assange Criptopunks. La libertad y el futuro de internet. Mediante esta labor, he llegado a comprender la dinámica del orden internacional y la lógica del imperio. He visto a países pequeños ser amedrentados y dominados por países más grandes o plagados de empresas extranjeras que los hacen tomar decisiones en detrimento propio. He visto el amordazamiento del deseo popular, elecciones compradas y vendidas, y las riquezas de países como Kenia robadas y rematadas entre plutócratas en Londres y Nueva York. Estas experiencias me han formado como criptopunk.

Más allá del libertarismo: Prefacio para América Latina. En los últimos años se ha visto el debilitamiento de las viejas hegemonías. Las poblaciones desde el Maghreb hasta el Golfo Pérsico se han levantado ante tiranías para conseguir la libertad y la autodeterminación. Movimientos populares en Pakistán y Malasia prometen constituir un nuevo foco de fuerza en el escenario mundial. Mientras que América Latina ha comenzado a transitar un periodo muy esperado de soberanía e independencia tras siglos de dominio imperial. Cuando el sol se pone sobre las democracias occidentales, estos avances constituyen la esperanza de nuestro mundo. Viví en carne propia la nueva independencia y vitalidad de América Latina cuando Ecuador, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (Alba), la Unión de Naciones Suramericana (Unasur) e incluso la Organización de los Estados Americanos (OEA) salieron en defensa de mis derechos luego de haber recibido asilo político.

Pero la independencia de América Latina está aun en pañales. Los intentos de desestabilizadores de Estados Unidos todavía son moneda corriente en la región, como ocurrió, no hace mucho con Honduras, Haití, Ecuador y Venezuela. Este es el motivo por el cual el mensaje de criptopunk es de especial importancia para el público de América Latina. El mundo debe ser consciente del riesgo que la vigilancia significa para América Latina. La vigilancia Estatal no solo es un problema para la democracia o para la gobernabilidad sino es un problema geopolítico. El control de toda una población por parte de poderes internacionales, naturalmente amenaza la soberanía. Las sucesivas intervenciones en los asuntos de las democracias latinoamericanas nos han enseñado a ser realistas. Sabemos que los antiguos poderes coloniales usarán cualquier ventaja para impedir la consagración de la independencia en todo el continente. Este libro debate sobre todo lo que ocurre cuando corporaciones estadounidenses como Facebook disponen de una penetración casi total en la población de un país entero, pero no se detiene en las cuestiones geopolíticas de fondo.

Haciendo una simple consideración geográfica se nos presenta un aspecto importante. Todo el mundo sabe que la geopolítica global está determinada por los recursos petroleros. El flujo del crudo determina quien domina, quién es invadido y quien es marginado de la comunidad. El control físico de solo un segmento de un oleoducto ofrece un enorme poder geopolítico. Los gobiernos en esta posición pueden obtener enormes concesiones. Entonces ocurre que, de un golpe, el Kremlin puede sentencia a Europa del Este y Alemania aun invierno sin calefacción. Y la sola posibilidad de que Teherán construya un oleoducto que llegue a India y a China alcanza como pretexto para la lógica belicosa de Washington. Con el control de los cables de fibra óptica, por donde pasan los gigantescos flujos de datos que conectan a la civilización mundial, ocurre lo mismo que con los oleoductos.

Este es el nuevo juego mundial: controlar la comunicación de miles de millones de personas y organizaciones. No es un secreto que, en lo referente a internet y a las comunicaciones telefónicas, todos los caminos desde y hacia América Latina pasan por Estados Unidos. El gobierno de EE.UU no ha mostrado muchos escrúpulos en transgredir su propia ley al interceptar estas líneas para espiar a sus propios ciudadanos. Y no existen leyes que impidan espiar a ciudadanos extranjeros. (…) las Agencias de Seguridad Nacional de EE.UU pueden desencriptar la señal y leer los mensajes. (…) Había una época en la que el uso de los virus informáticos en tanto armas ofensivas era un mecanismo argumental en novelas de ciencia ficción. Ahora es una realidad global, estimulada por la conducta irresponsable de la administración Obama, en contraposición a la ley internacional. Otros Estados ahora harán lo propio, mejorando su capacidad ofensiva para alcanzar a EE.UU.

La criptografía no solo puede proteger las libertades de los individuos, sino la soberanía y la independencia de países enteros, la solidaridad entre grupos con una causa común, y el proyecto de una emancipación global. Puede ser usada no solo para luchar contra la tiranía del Estado sobre el individuo, sino contra la tiranía del imperio sobre la colonia. Este es un mensaje en el que creo con firmeza, y se encuentra escrito entre líneas a lo largo del presente texto aunque no esté debatido en gran detalle. Merece su propio libro, y lo tendrá cuando sea el momento adecuado y mi situación lo permita. Por ahora, espero que esto baste para llamar la atención de los lectores al respecto y para que lo tengan presente durante la lectura. Julian Assange, enero de 2013.

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