Sobre
este tema recomiendo leer a Bernardo Kliksberg, toda una autoridad en la
materia, ha analizado el fenómeno creciente de la criminalidad en América
Latina y señala que la solución no es (únicamente) policial y represiva (de
mano dura), ésta ha sido ineficiente y
contraproducente hasta ahora. Kliksberg sostiene que hay que renovar el debate
sobre la criminalidad y propone algunas soluciones. Sostiene que la educación, la estabilidad familiar y el
empleo son esenciales para que América Latina pueda luchar contra el crimen de
una manera eficaz.
La
tasa de criminalidad ha ascendido un 40 por ciento en la última década. El
número de homicidios es de 40 cada 100.000 habitantes de población por año. Es
la segunda región con más criminalidad del planeta. Buena parte de la población
tiene ya la experiencia de haber sido objeto de algún delito. Los venezolanos
somos víctimas todos los días de este flagelo.
La
desocupación juvenil excede el 20 por
ciento en todas las grandes ciudades de América Latina. Hay millones de jóvenes que han debido desertar
del sistema educativo por pobreza, y están fuera del mercado de trabajo. El 25
por ciento de los jóvenes latinoamericanos está en esa situación. Están desesperados y vulnerables al crimen organizado.
La
represión solo aumenta la población de jóvenes en las cárceles, que se
convierten en un infierno y en incubadora de nuevos crímenes. Hay que
distinguir diversos tipos de criminalidad. Contra el crimen organizado, caso
narcotráfico, bandas de secuestros, mafias y paramilitarismo hay que aplicar todo el peso de la ley. Pero contra los jóvenes que se inician con delitos menores o
ingiriendo drogas hay que preguntarse ¿por qué lo hacen?
En
Venezuela el incremento de la criminalidad es alarmante, por eso, nos parece importante la propuesta
de la Fiscal Luisa Ortega Díaz, solicitando una actuación coordinada entre el
Ministerio Público, el Ejecutivo Nacional y el Poder Judicial para la ejecución
de políticas públicas de seguridad ciudadana y acabar con la corrupción policial y judicial que
estimula la impunidad e incrementa el delito.
Continuaremos analizando este tema y hablaremos de las políticas
emprendidas por el gobierno del Presidente Chávez.
Germán Saltrón Negretti.
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